lunes, 21 de octubre de 2013

HISTORIA DE LA CONSTRUCCIÓN.

La Historia de la Construcción es un conjunto de fichas donde se analiza la evolución histórica de los sistemas constructivos arquitectónicos.
Estas fichas han sido elaboradas por el Catedrático de Construcción Arquitectónica de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Las Palmas de Gran Canaria, Don Francisco Ortega Andrade.

Sólo desde la Historia se pueden entender las razones que cada pueblo ha tenido para definirse por una u otra forma de arquitectura. Esto se hace más patente cuando comprendemos, que aunque son muchas las razones de tipo sociales y culturales que han definido cada una de esas formas, es el material de construcción, con sus potencialidades, y el desarrollo de las técnicas de construir, las que han posibilitado y condicionado que los edificios hayan encontrado una expresión coordinadas con las razones funcionales y culturales.

La climatología, el fenómeno sísmico, la agresión del medio físico, la disponibilidad de materiales adecuados, la facilidad de trabajabilidad de los mismos, su distancia o cercanía desde su lugar de origen hasta el de utilización y la posibilidad de ser transportado a una determinada distancia, han constituido las variables que han condicionado la tipología constructiva. No obstante, ha sido el sentido de la vida de los pueblos, la tradición y el concepto de perdurabilidad lo que ha forjado su arquitectura y, como hemos dicho, el fenómeno "arquitectura y construcción" sólo puede entenderse desde la perspectiva histórica.

Eugenio Battisti propone que la Historia puede estudiarse de dos maneras, la primera puede abordarse por medio de un modelo vertical, es decir, estudiando un conjunto de hitos históricos como hechos aislados pero ordenados cronológicamente. Esto sería como una visita a un museo. Se trata, entonces, de reducir la Historia a un drama interpretado por grandes protagonistas, que no parece tener contacto con la vida colectiva. Este modelo permite establecer y argumentar contraposiciones, pero no nos autoriza a extraer conclusiones. La segunda forma propone abordar la Historia desde un modelo horizontal. Se compara éste a una visita a un barrio, donde lo moderno y lo antiguo coexisten, y donde la investigación armoniza y admite la tradición con el desorden fenomenológico, quedando la cronología como referencia.
                                               

                                                   
                                                           
                                                          




                                                              





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